Dicen que “la suerte favorece a los audaces” y que “uno crea su propia suerte”. Estas expresiones encierran una idea muy diferente de la “Suerte” que usualmente oímos. Hay veces en las que vemos a alguien que, ante nuestros ojos, obtuvo un éxito inmediato e inesperado que nos pone a pensar que esa persona obtuvo una gracia o favor divino. Sin embargo, no vemos lo que hay detrás, las decisiones que pusieron a esa persona en una situación en la que las circunstancias le favorecieron para avanzar, crecer y lograr el éxito que se había propuesto desde un inicio.
